Hace unos setenta años, el biólogo alemán Ludwig Von Bertalanffy trataba de determinar el rendimiento de los recursos pesqueros aplicando los modelos matématicos utilizados para evaluar y predecir el rendimiento agrícola. Después de un esfuerzo infructuoso, el científico entendió que, además de considerar el efecto de la acción humana sobre dichos recursos, necesitaba incorporar a sus modelos los efectos tanto de los factores biológicos que caraterizaban a las poblaciones evaluadas, como a las condiciones ambientales que enfrentaban. Este fue el comienzo de lo que hoy se denomina la "Teoría General de los Sistemas". Hoy en día esta Teoría se ha convertido en una de las base conceptuales de todas las disciplinas científicas, incluyendo, entre otras, la medicina, la planificación, la ecología y la informática.
Desde los tiempos de Von Bertalanffy, muchos otros pensadores de diversas disciplinas han contribuído al desarrollo de la la Teoría General de los Sistemas, pero, para los objetivos de este escrito, basta con señalar cuatro puntos que considero esenciales en la misma:
• Toda estructura o entidad existente (sea individual o colectiva) depende, no sólo de aquellas condiciones internas que le son inherentes, sino también de su relación con su entorno para sobrevivir.
• La estructura o entidad, su entorno y todas las relaciones que existen entre ambos componen una supraentidad que denominamos "el sistema".
• Toda acción provoca una reacción, por lo tanto, cualquier cambio en un sistema causa efectos, a veces impredecibles.
• Todo "input" al sistema proveniente del exterior del mismo provocará un "output" o respuesta que, tarde o temprano, rebasará los límites del sistema.
martes, 1 de mayo de 2007
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